Lars Von Trier siempre ha mostrado una debilidad especial por retratar el horror humano buscando su belleza implícita. Tanto en ‘Anticristo’ como en ‘Dogville’, exploró la relación entre la brutalidad y la bondad, tendiendo a los extremos como forma de explicar lo que sucede en la psique de unos personajes que acaban sumidos en su propio veneno. En ‘Melancolía’ y las dos partes de ‘Nynphomaniac’, en cambio, se dedicó a perturbar desde la imagen, bastante más contemplativo y retórico, pero tratando de componer un método en el que cupiesen las dos maneras de escribir sobre el tema. Algo así como la Teoría del Todo llevada al cine. No lo consiguió porque el fondo no podía sostenerse entre tanta extravagancia formal, entre tanta sombra. Ha tenido que esperar varios años, pero parece que por fin ha encontrado la fórmula en ‘La casa de Jack‘, una epopeya ensayística sobre la condición humana con infinidad de referencias a la Divina Comedia. De hecho, es una adaptación no reconocida de la obra de Dante Alighieri. A un ser humano cualquiera le obsesionan los límites, ya sea porque quiere encontrarlos para trascenderlos o porque no quiere ni oír hablar de ellos. Del mismo modo, a un arquitecto le obsesionan el equilibrio y los materiales. Von Trier, para aunar estas dos vías en el mismo discurso, ha optado esta vez por el retrato que no es necesario explicar, porque cuando te has recompuesto del primer golpe, resulta que tienes la cabeza reventada.
Seguir leyendo ‘La casa de Jack’, la Divina Comedia de Lars Von Trier